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Jorge Rocha

Luego de más de dos años de la aparición de la pandemia derivada del COVID-19, creo que podemos señalar que se han dado fundamentalmente tres formas de encarar este asunto por parte de la clase política y de los gobiernos locales y federal, donde no hay consistencia a lo largo del tiempo y que se van generando acciones a “salto de mata” sin poder visualizar estrategias de largo plazo, minimizando los riesgos o en algunos casos, exagerando las medidas. Durante estos 24 meses hemos visto de todo, sin embargo, podemos hablar de tres formas de gestionar la pandemia que a continuación describo:

1.-La gestión del miedo.

Esta forma de proceder está basada en actuar bajo las presiones sociales, de acuerdo a escenarios que no están debidamente formulados, que en muchas ocasiones responden a necesidades individuales o de pequeños grupos; y que tiende a construir perspectivas catastrofistas, donde desde su visión ninguna medida sanitaria es verdaderamente efectiva y todo mundo es culpable de los efectos negativos de la pandemia.

 A todas las personas se les ve como irresponsables y no como aliados para resolver el problema. La infodemia es una plataforma que nutre y alimenta esta mirada frente a la pandemia.

Esta visión es incapaz de conciliar las distintas visiones, experiencias y conocimientos que se van gestando desde los espacios nano-sociales y se inclinan por aplicar o exigir medidas con talante autoritario, donde en realidad se disfraza como bien común las necesidades individuales o de pequeños grupos y no se miran los múltiples contextos particulares de los que está compuesta la sociedad.

2.- La No-gestión.

Del otro lado está la No-gestión, que, desde una óptica cercana al negacionismo de la situación pandémica, minimizan los efectos negativos, relativizan las medidas sanitarias y de cuidado y se desentienden de las responsabilidades del Estado en la materia. En su actuar tampoco se basan en la información consolidada de lo que tenemos hasta ahora sobre la pandemia y su comportamiento; y trasladan toda la responsabilidad del manejo de la crisis sanitaria a la sociedad.

La mirada de la No-gestión promueve la idea de que hay otras agendas para los gobiernos que son más prioritarias y quisieran cancelar por decreto el desarrollo de la pandemia y sus efectos negativos.

En esta perspectiva del “no pasa nada”, los gobiernos se desentienden de sus responsabilidades y tratan de que todo siga como antes de la pandemia.

3.-La gestión del riesgo.

Esta forma de encarar las cosas, desde mi punto de vista, tendría cuatro características primordiales: la primera es que para la toma de decisiones se busca tener un respaldo de información científica y consolidada que le dé solidez a las estrategias que se deben implementar.

Deja atrás la infodemia y territorializa y sectoriza la forma como se desenvuelve la pandemia; la segunda es que toma en cuenta todas las miradas y todas las necesidades sociales que están en juego, es decir, no sólo fija su interés en lo sanitario o lo económico, también busca ver las afectaciones en otras dimensiones como lo emocional, lo afectivo, lo sociocultural entre otros, y además trata de ver las necesidades de todos los sectores que componen la sociedad, no sólo los que tienen voz en la opinión pública.

La tercera es que, en un proceso donde está claro que es necesaria la participación de toda la sociedad, tienen claro e impulsan a que cada colectivo y sector social haga lo que le corresponde para sortear esta crisis, donde gobierno y sociedad colaboran para generar los mejores resultados. Cuarta; esta gestión de riesgos presentes, también proyecta y toma en cuenta los riesgos futuros que se pueden derivar de nuestras actuaciones al día de hoy, saben que cualquier decisión tiene repercusiones y debe haber claridad de cómo encarar problemas futuros.

Frente a estas formas, cada quien puede evaluar a sus respectivos gobiernos y decidir cómo cree que han actuado: bajo el miedo, no actuando o bajo una adecuada gestión del riesgo.

PD. Al empezar el año 2022 murió el P. Jesús Gómez Fregoso, SJ, más conocido como “Chuchín”, historiador, formador de miles de tapatíos, profundamente interesado en la vida pública de Jalisco y muy generoso en su conocimiento. Que descanse en paz este Jesuita que tanto le aportó al ITESO y a la Universidad de Guadalajara. A mí personalmente me dejó un enorme gusto por el estudio de la Historia.

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

@arquimedios_gdl

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