Redacción ArquiMedios
Las redes sociales, para algunos pasaron de una página de entretenimiento, a una oportunidad de negocio, pues a través de estas plataformas, las personas pueden ofrecer sus productos.
Así fue el proceso
Hace un par de semanas llegó a la redacción de ArquiMedios una notificación sobre la venta de certificados sacraméntales ‘exprés’, expedidas, algunas, supuestamente en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en la colonia Lomas del Camichín en Tonalá, firmadas y autorizadas por el párroco de la comunidad.
Contactamos a quiénes expiden y expenden estos documentos. Nos atendió (presuntamente) Roberto Íñiguez Ramos, quien de manera rápida y precisa nos brindó la asesoraría para adquirir los documentos.

En menos de 24 horas, teníamos en nuestro poder el comprobante de término de la catequesis para recibir la Confirmación. El costo por este papel fue de 450 pesos.
Las anomalías se hicieron evidentes desde las firmas, ya que una de ellas, supuestamente, pertenece a Monseñor José Luis González Zaragoza, quien se encuentra jubilado y adscrito a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Tulipanes, rumbo muy distinto a la parroquia que expide el documento.
Después, marcamos al templo, al número que se encuentra en el documento y el cual no existe.
Pudimos contactar al párroco de la comunidad, el señor cura Víctor López, quien a través de un mensaje, negó que el documento se haya expedido en el lugar, e incluso señaló que le han llegado cientos de comprobantes falsos.
“A quien corresponda:
“Por medio de la presente, hago constar que no me hago responsable de estos comprobantes falsos, estamos cansados de recibir tantas llamadas por la falsedad de estos mismos. Ánimo y bendiciones. Atte. Sr Cura Víctor Alonso López Tinajero”, puntualizó.
Un problema constante
Aime Sofía Damián Ávila, encargada de la notaría en la parroquia del Sagrario Metropolitano, señaló que esta problemática se viene arrastrando desde hace 4 años y cada vez es más evidente cuando un documento es falso.
“Hace 4 años a mí me llegó un documento en el cual muchas cosas no cuadraban. Un comprobante debe de traer una vigencia, el domicilio de la parroquia y un sello, entonces nos empezamos a dar cuenta de que los sellos, no tiene nada que ver con el que nos estaban mandando”, puntualizó.

La parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe no es la única afectada. Diversas comunidades son punto blanco para que este delito se cometa, aclaró Sofía Damián.
“Nos han llegado documentos falsos de aquí mismo e incluso de otras diócesis como de Ciudad Juárez, por ejemplo; incluso, hay un página en Facebook, que se llama Documentos Eclesiales Exprés. Ahora el trabajo de las secretarias es doble, porque debemos marcar a los templo que nos indican en el documento y verificar que realmente sean originales, pues cosa que no, porque el número que ponen de la parroquia, no existe”, refirió.
Una de las cosas preocupantes es la irresponsabilidad con las que operan estas personas, pues dice que a la comunidad han llegado documentos de traslados de parejas que pretenden contraer matrimonio.
“Documentos como los traslados, también es de preocuparse, en una ocasión nos llegaron falsos, imagínate que gran irresponsabilidad. Esta pareja, según comentaron, no sabía que eran falsos, una, porque no sólo el documento lo era, según lo que nos mencionaron fueron a unas pláticas a casa de estas personas, pláticas de dos horas, pagaron creo que mil 500 pesos por este papel que no les fue válido”.
No conformes con timar, se enojan
Sofía también señaló que, en la mayoría de las ocasiones, quienes presentan los documentos falsos a las parroquias, muestran molestia e incluso amenazan a las notarias.
“Traen el documento falso y se molestan. Hay casos incluso, de amenazas. Algunas de ellas nos han dicho que las esperan a que salgan de la a oficina para amedrentarlas. Cometen el delito y quieren que uno los solape o les aplauda el chiste”.
Aunque las personas que adquieren el comprobante y llegan a conocer al estafador, estos últimos no suelen dar la cara, señaló el padre Antonio Godina, párroco de la comunidad del Sagrario Metropolitano.
“Ellos lo que hacen es burlarse de la ‘buena fe’ de quienes les compran este documento. Aquí en la comunidad cada que traen un documento falso se los tachamos para evitar que vayan a otra comunidad y lo presenten. Claro que se molestan. Una, por el costo de este papel, y otra, pues porque aquí no se los validamos. Tratan de contactar a la persona que se los vendió y por lógica ya no contestan”.
Constante comunicación
Aimé Damián señaló que para evitar que se sigan suscitando estos actos, mantiene una constante comunicación con la mayoría de las notarias, estrategia que ha funcionado, pero aun así, no se logra disminuir los casos.
“Tenemos un grupo de WhatsApp, ahí cuando alguna de las secretarias tiene duda sobre la procedencia del documento, nos la envía, y ya yo les digo, es falso o no, pero aun así, a pesar de las múltiples características que tiene un documento verdadero, se siguen falsificando”.
“Queda mucho por hacer y por evitar que se falsifiquen más documentos, pero estamos trabajando para que esto disminuya”, comentó el padre Godina.
A veces preferimos pagar más de 500 pesos por un documento ‘FALSO’ que prepararnos y conocer a Dios, y así ser auténticos cristianos.
Fraudes en redes sociales a la orden del día. Vivales ofrecen comprobantes de catequesis y pláticas presacramentales. Quienes las adquieren, incurren en una práctica de corrupción que pone de manifiesto su escaso interés por la formación religiosa; buscan “cumplir” con los sacramentos de manera deshonesta, por mero protocolo.