El término «mundo» es entendido aquí en sentido negativo: como el conjunto de «todo» y de «todos» los que se oponen abiertamente a Dios y a su enviado Jesucristo.
"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"