Karime Ramos Godoy
¿Ha quedado claro ya que todos somos uno?
El mundo es uno y de todos, igual que un virus que surgió del otro lado del planeta toca ya a nuestras amistades y conocidos cercanos, así es la contaminación del medio ambiente, todo lo que aquí hacemos termina o desemboca en el otro lado del mundo. ¿No lo creemos aún? Veamos también las noticias de lo que ha sucedido en el mundo con las cuarentenas y estados de alarma, aíre respirable, agua más limpia ¿impacta verdad?
Lo que deberíamos pensar es que de verdad cuando pensamos en nosotros pero también en el “otro” cambiamos el modo de actuar y de conducirnos, garantizamos nuestra supervivencia y el efecto resuena sin fronteras.

Algo que podemos aprender de estos días que vivimos es que el cuidado del medio ambiente, debe, por tanto, seguirse o darse como se da el cuidado de uno mismo y de los otros en los estados de emergencia sanitaria. ¿Para qué esperar más? Es Ahora cuando podemos hacer algo y ver tranquilamente el efecto que tiene nuestra acción en el medio ambiente, en el aire que terminamos respirando todos, en el agua que termina siendo la misma que todos consumimos.
Debemos entender (más ahora que lo vivimos en la cotidianeidad), que el secreto de mejorar está en pensar en el “otro” en aprender a vernos como parte de un todo, de un sistema, como cuando hacíamos trabajos en equipo de pequeños, ¿verdad que molestaba poner el nombre de quien no se esforzó y hasta lo eliminábamos por justicia? Pues lo mismo toca hacer: sumar esfuerzos para mejorar el medio ambiente y nuestra salud, todos, porque si nos unimos ya vimos que si se hace fuerza y se logran cambios.
“Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente. Hay una interacción entre los ecosistemas y entre los diversos mundos de referencia social, y así se muestra una vez más que <<el todo es superior a la parte>>” (Laudato si n. 141)